Hay cosas que son inevitables en la vida, por ejemplo: tomar decisiones importantes, perder el control, empezar de nuevo, bloquearse, no tener respuestas a grandes incógnitas, ir en automático… Las cosas incómodas, pesadas o confusas son inevitables, pero por suerte la vida siempre trae soluciones bajo la manga.
Hay una solución en especial a la que me gusta acudir para casi cualquier enredo que llevo dentro de mí, se trata de volver a mi centro.
Volver al centro es hacer pausas para conectarte con tu cuerpo y ser, estas pausas te ayudarán a escuchar a tu corazón, sentir tu respiración y escuchar a tu mente. Todo de forma literal, espiritual y lo más importante, de forma consciente.
La consciencia activa es importante porque nuestra vida pasa casi por inercia siguiendo programaciones y creencias que hemos desarrollado a lo largo de nuestra existencia.
Volver al centro es tan importante que llega a ser una acción que influye directamente en la calidad de nuestra vida, porque, entre esas grandes verdades que debemos enfrentar se encuentra la que dice que cuando no estamos bien interiormente y cuando nuestro ser no se siente en bienestar, nada a nuestro alrededor podrá estar bien.
Primero hay que darle atención a lo más importante, a la base: el ser, para que el resto de cosas marchen adecuadamente sin tambalear.
Aprender a volver al centro es un hábito que debes cultivar poco a poco y en especial cada vez que pases por situaciones como las que te mencioné al inicio. Aprovecha esos bajones inevitables para conectarte con tu centro y ver con mayor claridad lo tanto que influye positivamente esta acción en tu vida.
Hablando de acciones, hay dos que son clave en este proceso: parar y hacerse preguntas. ¿De dónde vienen estos pensamientos? ¿Estoy escuchando realmente las palabras que me digo a diario? ¿Qué creencias estoy fortaleciendo?…
Para profundizar un poco más, pasemos a la siguiente pregunta:
¿Qué puedes hacer para volver a tu centro?
Como en todo, a cada de persona le funcionan cosas muy diferentes, la clave está en que explores hasta que encuentres aquello que te sirva a ti; para esa exploración te recomiendo algunas que a mí personalmente me parecen bastante valiosas:
1. Ir a terapia:
Conversar con un profesional de la psicología sobre los temas más relevantes de tu vida, es una acción poderosa que puede ayudarte a entender mejor lo que has vivido, conocerte a profundidad y encontrar soluciones permanentes.
2. Volver a tu niñez:
Volver a la niñez es fundamental, al conectarte con tu infancia vas a regresar literalmente al centro de tu historia, tu base de formación.
La mejor parte de volver a tu niñez y conectar con la base de formación de tu vida es que vas a poder, a partir esos descubrimientos a los que te lleve tu exploración, cultivar un mejor presente.
3. Escribe lo que sientes:
Escribir trae un efecto de liberación porque literalmente estás sacando todo lo que tu cerebro, tu corazón y tu cuerpo te están diciendo, entonces vacías todo ese enredo, ves el panorama despejado y es justo ahí donde más tienes posibilidades de conectarte con tu centro.
4. Pasa tiempo en soledad:
Pasar tiempo en soledad es tan necesario como las buenas compañías.
En el tiempo que permaneces solo contigo casi que te obligas a hacer una pausa, escucharte, ser consciente de cosas importantes y reflexionar; en conclusión, conectarte con tu ser y conectarte con tu ser es igual a estar en tu centro.
5. Despídete de lo que te aleja de ti:
Todo aquello que te desconecta de tu esencia, que te impide ser quien eres, que te hace sentir como si fueras un desconocido para ti mismo, no debe tener cabida en tu vida. Así de sencillo.
6. Descansa:
Entre las necesidades básicas de la vida está el descanso, tu salud física y mental lo necesitan, y como ya sabes volver a tu centro es conectarte con tu cuerpo y ser de forma consciente, entonces debes suponer que el descanso es indispensable.
7. Dedícale tiempo a lo que te apasiona:
Las pasiones son de las cosas más bonitas de la vida, son el lugar en el que nos identificamos, en el que más nos sentimos nosotros, en donde sentimos que podemos desarrollar nuestro potencial.
📚 Lectura recomendada: ¿Cómo creer en mi potencial?
8. Visita algún lugar nuevo:
¡Y no solo eso! Haz cosas nuevas fuera de la caja.
Todo aquello que sea novedoso y disruptivo para ti va a traer nuevos aires a tu mente, te va a despejar y a mostrar otras posibilidades e ideas ante algo a lo que buscas respuesta o solución.
9. Comienza a meditar:
Puede que esto te parezca medio hippie o no vaya contigo, pero me atrevería a decir que la meditación es algo que todos los seres humanos deberíamos practicar por una sencilla razón: te enseña a estar presente.
A través de ejercicios de respiración que te conectan con tu cuerpo y mente, la meditación tiene un objetivo claro y es enseñarte a vivir presente y consciente de todo lo que eres y todo lo que te rodea.
Me despido diciéndote que espero de corazón que comiences a ser consciente de la importancia de volver a tu centro y comiences a explorar todo aquello que te ayuda a conectarte con tu ser, porque conectarte con lo más valioso que tienes, tu esencia, traerá calidad y bienestar a tu vida.
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