¿Tienes creencias en la vida con las que eres muy insistente? A mi me pasa con los hábitos, con dar lo mejor de mí en donde la vida me ponga y me pasa, en especial, con el equilibrio.
El equilibrio es una creencia que mantengo presente y con la que soy muy insistente. No llegué a ella de forma gratuita, fue después de pasar varios años de mi vida dedicándome únicamente a trabajar, literalmente trabajaba día, noche y madrugada, hasta que mi cuerpo y mi mente llegaron al límite y aprendí, a partir de ahí, el valor del equilibrio y la calidad que brinda a nuestra vida.
Esto tampoco quiere decir que ahora todo en mi vida anda en completo equilibrio, algunas cosas no las he logrado balancear, lo que digo es que ser consciente de ello nos permite evidenciar lo significativo que es y por ende ser constantes en nuestro deseo por vivir en equilibrio.
Porque seamos honestos, todos de alguna manera buscamos vivir en equilibrio, por más que nos guste nuestro trabajo, el éxito laboral y el dinero, humanamente también necesitamos de otras cosas en que el oficio no nos brinda: amor, compañía, hobbies, ocio, cosas básicas que le dan sentido a nuestros días.
Para hablar del descanso es necesario traer sobre la mesa temas como el equilibrio, porque es, en la mayoría de los casos, como lo abordamos en la actualidad, en un mundo que va tan rápido que nos obliga a planificar cada hora – de cada día – de cada mes del año, dividiendo estratégicamente nuestro tiempo para que nos alcance todo lo que debemos y deseamos hacer.
Le damos a través de la planificación un balance a nuestra vida, pero en ese intento por darle el justo tiempo a todo nos llenamos de diversas cosas que nos limitan a entregar un espacio merecido al descanso, que más que “merecido” es indispensable para nuestra salud.
Por lo que pienso que es importante aprender a conocernos para saber cuáles son nuestros límites, es bueno comenzar escuchando a nuestro cuerpo que literalmente avisa cuando ya dio su 100% y necesita que pares a recargar.
Para ti el descanso puede ser leer un libro, para otra persona leer puede ser ponerse más trabajo, todo depende de los ojos que lo miren, sin embargo, el descanso no es algo cien por ciento subjetivo, pues hay que ver qué pasa cuando no descansamos bien durante días, un profesional de la salud podría responder con exactitud.
También es bueno revisar lo paradójica que se vuelve la rutina cuando no descansamos debidamente, en donde por querer hacer en los tiempos de reposo comenzamos a enfrentar el trabajo con las insuficiencias que trae el agotamiento.
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Como vemos el tema del descanso trae consigo muchas aristas, ahora vamos a responder directamente a la pregunta que te trajo a este artículo:
¿Por qué llenamos de trabajo el descanso?
No nos sentimos suficientes:
No es suficiente el tiempo y no son suficientes las capacidades que ya tenemos y todo lo que hacemos bien. Las horas y nuestras cualidades se quedan cortas, tanto que necesitamos tiempo extra y sacrificar los descansos para demostrarnos que somos capaz de hacer mucho más.
¿De dónde viene ese pensamiento de que no eres suficiente?
Somos perfeccionistas:
No importa cuantas veces se nos diga que la perfección es un imposible, seguimos insistiendo porque nos gusta tener todo bajo nuestro control; el problema real aquí es que nos exigimos algo con lo que humanamente no vamos a ser capaz y entonces fallamos y luego nos ahogamos en la culpa.
¿Lo que te estás exigiendo sobrepasa tus límites?
La culpa nos acompaña:
Me atrevo a decir que todos en algún momento nos hemos sentido culpables una tarde de domingo en la que el mejor plan que se nos pasa por la mente es hacer la sienta. Es cuestión de poner la cabeza sobre la almohada para que esa voz interior que nos atormenta con pensamientos culposos aparezca:
- Podrías aprovechar y adelantar cosas de la semana.
- Antes de acostarte pudiste dejar listo todo lo de mañana.
- Si te duermes ya no vas a dormir bien en la noche y vas a iniciar la semana mal.
- El único día que tienes para hacer algo diferente y lo desperdicias durmiendo.
- Y así, sucesivamente.
La culpa trae consecuencias tan grandes a nuestra vida que es capaz de robarnos el sueño, literalmente.
¿De verdad es tan malo que tomes esa siesta?
El trabajo ocupa el rol de protagonista:
Es tan simple como esto ¿Qué respondemos cuando nos preguntan “Quién eres”? Automáticamente decimos el nombre y la profesión a la cual nos dedicamos.
Socialmente nos hemos encargado de reducir nuestra vida al trabajo, dedicamos la mayor parte del tiempo a éste, de él depende la calidad de nuestra vida, nuestro estatus y relacionamiento, y el poder experimentar o no el éxito.
El trabajo es el protagonista y por ende lo preferimos muchas veces ante todo lo demás que nos compone y que es esencial para la vida porque nos brinda grandes felicidades y paz, como el descanso o compartir con nuestra familia, por ejemplo.
¿Eres consciente que eres más que tu profesión y el cargo que ocupas?
La siguiente imagen representa las 8 partes del equilibrio, es una herramienta básica y útil para aprender a darle el espacio y el tiempo necesario a todo aquello que compone nuestra vida:
Si te fijas el descanso es salud y también ocio, o sea, lo correcto es dedicarle un poco más de tu tiempo y energía.
Para ampliar la información sobre las 8 partes del equilibrio te invito a leer el artículo que escribí en relación a este tema. Y también te invito a no llenar de trabajo el descanso, respeta tu salud, tu tiempo y tu bienestar.
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