María Paula siempre quiso irse a otro país a estudiar un segundo idioma, para el momento en que decidió que Australia sería el lugar ideal, se encontraba finalizando las prácticas de su universidad, de donde se graduó como mercadóloga y publicista.
Pensó en Australia porque unos familiares vivían en Melbourne y al asesorarse se dio cuenta que podría estudiar inglés y trabajar al tiempo, así que no dudó, ese sería su próximo destino.
Cada tanto venían los pensamientos de duda – “Será que me voy, será que no” – al final la decisión fue clara, pues parecía que todo jugaba a su favor, su visa fue aprobada a los ocho días de hacer la aplicación; una señal de que le convenía irse. Invirtió sus ahorros, preparó todo y emprendió vuelo.
María me contó todo a detalle cuando le dije que quería que su historia estuviera en este blog dedicado a MUV-U que encuentra todo el valor en la cercanía con sus MUVERS.
¿Cómo viviste el viaje y la llegada al otro lado del mundo?
Nunca había salido del país sola y me daba susto el paso por los aeropuertos, porque para ese entonces mi inglés era básico. Antes de irme hice un curso de Survivor English, en el que te preparan para enfrentar el idioma durante el viaje.
Elegí la ruta de vuelo por Chile y de Santiago volé directo a Sídney donde viví mi primer gran reto. Del aeropuerto internacional de Sídney debía pasarme al aeropuerto local para abordar mi vuelo a Melbourne y tratando de encontrar el bus que me transportaría de un lugar a otro, me perdí, con todas mis maletas en mano.
Casi me deja el vuelo de no ser por una pareja israelí con la que me crucé y al verme tan enredada me ayudaron llevándome a la parada del bus. ¡Qué salvada!
La llegada a Melbourne fue muy bonita porque mi familia me estaba esperando. Me recibieron en su casa por un tiempo y a la semana de mi llegada ya tenía trabajo como cleaner en unas oficinas.
¿Te dio duro adaptarte a tu nueva vida?
Primero me dio muy duro el jetlag, dormí poco, tuve que tomar pastillas y todo el cuento. Lo bueno fue que llegué con dos semanas de anticipación al inicio de mis clases, así que me dio tiempo para adaptarme a la rutina del estudio y el trabajo.
Con el alojamiento viví experiencias nuevas y tuve que aprender a ser flexible. Donde mis familiares me quedé por tres meses y como vivían tan lejos decidí buscar un lugar en la city, y encontré un espacio compartido a cinco cuadras del college.
Viví con tres colombianas, lo cual no me benefició mucho para el inglés, y compartía cuarto con una de ellas, fue difícil pero me adapté porque me gustaba mucho la casa y desde ahí podía usar el transporte gratuito que hay dentro de la ciudad.
Estuve cinco meses ahí y al darme cuenta que tenía el inglés tan quedado, porque solo lo hablaba en el college, busqué un lugar donde compartiera con personas que no hablaran español.
Encontré una casa a las afueras de la ciudad en donde vivían una china, dos irlandeses y un escoses, me pareció el lugar perfecto, pero, la cultura de estas personas no era de relacionarse mucho con los demás, así que cada uno estaba en su cuarto y no hablábamos.
Solo conversaba con mi compañera de China, era más cercana y además era traductora, lo cual me ayudó demasiado a soltar la lengua, fue una amistad muy provechosa para mi aprendizaje.
También me dio duro adaptarme al trabajo de cleaner, pensaba regresar a Colombia cuando se cumpliera mi tiempo de visa, pero me di cuenta que el tiempo que llevaba no era suficiente para aprender inglés, por lo que decidí hacer una renovación de mis documentos.
Extendí la visa por otros seis meses y seguí estudiando.
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¿En qué momento te sentiste suelta en el idioma?
Yo siempre me preguntaba cuándo me iba a sentir fluida e iba a dejar de pensar en la estructura de las frases, parecía algo imposible, pero a los 10 meses de mi estadía en Australia tuve una transición, un momento en el que ya comencé a hablar naturalmente, podía sostener una conversación y tenía más vocabulario.
Claro que esto no pasó mágicamente, tuve que poner de mi parte poder avanzar; para esto no solos me mudé de casa sino que dejé mi trabajo limpiando y decidí buscar empleo en lugares donde me viera forzada a hablarlo.
¿Cómo te fue consiguiendo empleo?
Imprimí varias hojas de vida y me fui a repartirlas en restaurantes y bares, un día me llamaron de un café muy famoso que hay al lado de la embajada de EE.UU, era la oportunidad ideal para despegar el inglés.
De habla hispana solo trabajaba con una argentina, el resto de mis compañeros eran australianos. Me pusieron a ser cajera y fue muy duro, a pesar de ya tener mi inglés tan avanzado, muchas veces no entendía lo que los clientes me decían y pasaba las órdenes mal.
No duré mucho tiempo y encontré otro trabajo genial en hospitality, en el área de eventos en hoteles y empresas. Ese trabajo me gustó mucho, tenía muchos compañeros de Australia y Asia, fue un plus más para mi relación con el inglés.
¿Cómo hacías para estudiar y trabajar?
Los primeros ocho meses estudié en el día y trabajé en la noche, luego cambié los horarios, pero me gustó mucho más ir al college de día porque estaba más enfocada para aprender y había más personas de diferentes partes del mundo.
¿Cómo fue tu experiencia en el college?
En la primera semana me hicieron el examen de nivelación y quedé en el segundo más bajo, fue chistoso. Las clases me gustaban, eran muy dinámicas; cada lunes hacían una nivelación individual, entonces cambié de grupo constantemente y conocí a muchas personas.
Cuando terminé el nivel de inglés general hice uno de negocios y un cambridge, fueron cursos más exigentes, pero ya sentía más seguridad de mi misma y los disfruté un montón.
Luego hice un diploma de negocios por un año más, así que nuevamente extendí mi visa. Ese curso fue lo máximo, aprendí demasiado, íbamos a diferentes empresas de Australia para ver los modelos de negocio e innovación, fue una gran experiencia y crecimiento profesional inmenso.
¿Cómo fue tu regreso a Colombia?
No regresé para quedarme, después de tres años de vivir en Australia ya quería estar permanentemente allá. Vine a visitar a mi familia y en esa época cerraron las fronteras por COVID y mi visa expiró.
Adaptarme nuevamente a Colombia me dio duro porque pasé de tener ejemplos muy movidos a trabajar en oficina. En Australia me sentía todo el tiempo de vacaciones, así limpiara baños, pero los días eran muy diferentes, conocía mucha gente nueva…
Es diferente en Colombia así que fue como iniciar de nuevo, pero el trabajo de oficina también significó un crecimiento profesional para mí, me gusta mucho lo que hago.
La pregunta del millón para cerrar: ¿Vas a volver a Australia?
Me veo nuevamente viviendo en Melbourne, quiero regresar a estudiar más diplomas en temas relacionados a mi carrera, ahora mismo estoy en proceso de visado porque sé que en Australia me falta mucho más por vivir.
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