Emprender en sí es un reto inmenso, cuando tengo la oportunidad de hablar de este tema desde mi experiencia, procuro aterrizar mis palabras a la realidad.
Si tú decides emprender y en caso tal, emprender en otro país, primero debes saber de los grandes retos a los que te vas a enfrentar, para que tomes la decisión asumiendo con responsabilidad sus pro y sus contra.
«Me gustaría comenzar contextualizando un poco mi experiencia
Daniela Bolívar
emprendiendo en Australia».
Hace un par de años me fui a Melbourne, al llegar ya traía conmigo ese espíritu emprendedor que había desarrollado en los diferentes negocios que tuve en Medellín. Primero trabajé en labores varias y cuando decidí crear a MUV-U y hacer de este proyecto una empresa, comencé a enfrentar los mayores retos en todos los aspectos de mi vida.
Si quieres emprender en otro país, prepárate para superar los siguientes retos:
1. Las barreras del lenguaje.
Es mi momento de aconsejarte que estudies inglés, si tienes la posibilidad de hacerlo, sácale el tiempo. Incluso si el idioma nativo de tu nueva ciudad no es el inglés, entenderlo te permite defenderte casi en cualquier parte del mundo.
2. Modelos de negocio.
Una cosa es crear empresa en tu país y otra muy diferente al otro lado del mundo. Los procesos legales funcionan diferente, por lo que hay que investigar cómo son los procesos en el país al que te mudaste, espero que en tu caso también te encuentres en un lugar tan ordenado como Australia, para que este punto no te cause mayores dolores de cabeza.
3. El networking.
Procedo a contarte el lado no tan bonito del relacionamiento en el contexto Australiano. Aclaro que es desde mi experiencia, puede que te vayas para Australia u otro país y hagas el networking de tu vida.
En mi caso pasó, que, con los emprendimientos que había creado en Colombia, tenía la costumbre de acudir a alguien que me ayudara para solucionar un “chicharrón”, pero en Melbourne no estaba la opción de llamar a un amigo y me costó tiempo y aprendizajes encontrar a personas locales que creyeran en mí y me dieran una mano.
4. Prepárate mental, física y emocionalmente.
*El equilibrio es casi imposible: yo soy de las que defiende el equilibrio y lo ve con gran valor, pero hay momentos en la vida en los que el equilibrio no tiene cabida, lastimosamente.
Cuando uno emprende tiene que invertir mucho tiempo en el proyecto que está desarrollando, no solo para construirlo sino para fallar, lo cual es inevitable pero toma tiempo.
Yo trabajaba de 6:00 a.m a 10:00 p.m en un puesto de coworking, para poder pagarlo trabajé en muchos oficios antes y ahorré al punto de poder acceder a una mini oficina para MUV-U.
Cuando terminaba mi jornada a las 10:00 p.m, salía a trabajar en otros lugares que me ayudaban con ingresos extra para poder sobrevivir. Estuve unos seis meses bajo este ritmo de vida, dedicándome solo a sacar mi proyecto adelante y a trabajar extra para lo básico.
A esto me refiero cuando te digo que equilibrio es casi imposible en algunas épocas de la vida, en especial cuando asumes el rol de emprendedor. Pero no es algo que dure para siempre, es más, cuando lo recuperes aférrate a él porque sin equilibrio no hay salud mental, física o emocional que aguante.
*Asume todos tus roles de la mejor manera: Te puede pasar como a mí, que de día era mi propia jefe, la gerente, la dueña del chuzo, y de noche podía ser niñera, cleaner, mesera, la que sacaba la basura…
En ocasiones esto es difícil de llevar, pero lo mejor que puedes hacer para enfrentar este reto es ejercer cada labor de la mejor manera, no importa si eres gerente a una hora y niñera a la otra, haz bien tu trabajo, con profesionalismo.
5. Las cosas no suceden de la noche a la mañana.
Emprender en Colombia, Australia o en cualquier lugar del mundo requiere de procesos y tiempos; el cansancio, estrés o los bajones cotidianos te pueden nublar esta realidad, pero ojalá no te lleven a olvidar nunca que la perseverancia es gran parte de lo que compone un sueño materializado. Afronta estas realidades gestionando tus emociones de la mejor manera posible, esto es importante porque los rechazos y los “no” se pueden convertir en un limitante para avanzar hacia los objetivos.
Me despido con este aprendizaje que me dejó la cultura empresarial australiana: no hay recetas exactas para emprender exitosamente en otro país, pero sí hay buenos emprendedores que hacen lo mejor posible en cada paso que dan con su negocio porque saben que de ese mismo nivel serán sus resultados.
Daniela Bolívar